Las emociones tóxicas son aquellas que ponen vetos a nuestra calidad de vida. Así, dimensiones como la envidia, la rabia, la frustración, el miedo o el odio son sin duda factores que dificultan el poder disfrutar de un bienestar personal óptimo y adecuado. Así, cuando hablamos de emociones tóxicas nos referimos, por tanto, a emociones que hacen daño, que ponen cercos a nuestro bienestar, alambradas a nuestra felicidad y muros a nuestro bienestar psicológico.